Algunos síntomas pueden ser:
-Disminución y desaparición de la capacidad del habla en circunstancias determinadas o ante determinadas personas (general mente ante personas ajenas al círculo más cercano del/la niño/a/e)
- Miedo o ansiedad entorno a personas que no conoce bien
-Parecer ‘paralizado’ de miedo cuando no son capaz de hablar
-Algunos utilizan gestos, expresiones faciales y/o asienten con la cabeza para comunicarse; otros tienen dificultad para comunicarse incluso de manera verbal
Estos síntomas se producen como mínimo durante un mes (Tango, 2018) sin que no haya ningún cambio que justifique la aparición de una posible timidez, también debe tener en cuenta que es posible que el/la niño/a/e presente timidez durante el primer mes de escuela.
Causas:
Los expertos creen que la condición es familiar, ya
que se trata de un trastorno más frecuente en familias con problemas de
ansiedad o del estado de ánimo («Mutismo
selectivo», 2020); y posiblemente
genética pero la causa es principalmente psicológica, concretamente a la
presencia de ansiedad; también existe un miedo a ser juzgado y evaluado.
Por la ausencia del habla, el afectado con este trastorno pueda que aparente hosquedad (Castillero, 2017) y falta de interés en la comunicación con lo que el contacto social disminuye, este hecho retroalimenta la situación de mutismo al producir una tensión y ansiedad mayor al ser juzgado negativamente por los demás
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